La
luna triste contempla el mar agonizando, sabe que va a morir… El mar, inquieto,
no puede dormir al ver el reflejo de la Luna llorando… Tristemente las rocas
frenan al mar que intenta escapar de semejante agonía, y en un suspiro el mar
reflejó la muerte de la Luna que, confundida, cayó rendida ante un manto de
estrellas que sólo se dedicaban a contemplarla, verla morir… Mientras el mar,
con sus olas intenta acariciar la Luna que yace en la oscuridad… Y el cielo
junto al mar se viste de luto…
Cayó
la noche, cayó la Luna sobre el mar, el mar sobre las rocas y las rocas,
tristezas permanentes, sólo pueden llorar…
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