jueves, 3 de julio de 2014

Humo

Porque hay sentimientos que no podemos evitar sentir cuando nos acordamos, vemos o nos hablan de una persona...

Lunes, odioso lunes. Examen, largo y fatídico. Lo mejor de todo el día ha sido el final, quizás como una buena película... Una de esas películas que te asusta, te aburre y al final da un giro inesperado y hace que todo ese rato haya merecido la pena.

Nunca supe qué responderte a la pregunta ¿Y cómo vas de amores?

Lunes: 20:04 horas. 

"¿Quieres un cigarro?"

Siempre he detestado el olor a tabaco... Pero por alguna razón que desconozco el humo que sale de tu boca es diferente, me hipnotiza, me siento tranquila. Podría decir que me siento a gusto respirando aquel adictivo y cancerígeno humo.
Quizás no debí invitarte a cenar, quizás no debí sentarme tan cerca... Quizás, y solo quizás, no debí empezar a acariciarte el muslo.

Lunes: 22:58 horas.
Sentada encima de ti, acariciándote el pecho. Tus manos en mi culo apretando y soltando como si estuvieses amasando pan; mis labios recorriendo tu cuello suavemente, dejando asomarse los dientes traviesos para darte pequeños mordisquitos mientras mis manos se dirigían hacia la cremallera de los pantalones.
Me sorprendió mucho con la facilidad que me desabrochaste el sujetador, la maña que mostraste para quitarme el tanga con la boca y más aún cuando sin darme cuenta entre caricias y besos me llevaste a la cocina.

Sentada en la encimera, abierta de piernas y con la mirada puesta en el techo recuerdo como sentía tu lengua y tus labios. Mis piernas se apoyaban en tu espalda mientras mis manos agarraban fuerte tu pelo.

Suspiros, respiración entrecortada y demás ruidos de placer resonaron en todo el piso.

De rodillas sobre un cojín y mirándote con cara de niña buena agarré tu polla para dejarla caer entre mis pechos. Fuerte pero sensual comencé a moverme, para mientras, jugar con mi lengua, mis labios…

Me cogiste en brazos y me llevaste a la cama.
De espaldas a ti, con las rodillas apoyadas en el colchón y las manos en la pared sentía como con cada golpe las tetas me botaban. Más rápido. Más rápido.

Lunes: 23:47 horas.

“¿Quieres un cigarro?”