domingo, 20 de abril de 2014

Carta

Al borde del precipicio por tomar decisiones precipitadas. Así nos vemos.

El siguiente texto fue escrito por una mujer víctima de malos tratos. No es una entrada ficticia, ojalá lo fuera.

"Esta mañana he despertado y el mundo me daba autentico asco, el mundo y todo lo que hay en él. Pero si hay algo que me da más asco que cualquier otra cosa, esa soy yo.
No quiero seguir viviendo en un mundo así, no quiero seguir viviendo en este mundo que se ha creado a mi alrededor. Es posible y probable que la culpa sea toda mía, no lo niego. Pero creo que he llegado al callejón sin salida al que yo misma me he empujado una y otra vez, y cuando intento retroceder solo veo cadenas y vallas que me siento incapaz de atravesar.
No entiendo por qué hay personas que se creen más que otras e intentan demostrarlo día a día. No entiendo que ahora los besos se respondan con bofetones. Que cuando haces algo mal te llevas un golpe y cuando lo haces bien la única recompensa es el golpe que te has dejado de llevar.
Quiero que la última vez que mi corazón palpite tan rápido sea por las heridas que yo misma he decidido hacerme y no por las que tú, premeditadamente o no, me haces, por los gritos o porque simplemente sé que te voy a ver y no estás de buen humor.

Ojalá y te pudras en vida, que muerto no me valdría para nada. A mi me comerán los gusanos sin que lo sienta, pero a ti te comerá el cargo de conciencia.
Y me jode que después de todo aún sienta algo que pueda decir que es amor por ti. Amor y miedo no deberían ser sentimientos compatibles hacia una misma persona."

No creo que sea necesario llegar a estos límites, no creo que ninguna persona de este mundo deba sentir algo parecido a esto. A todas las "personas" que son capaces de maltratar, tanto física como psicológicamente a otra persona, a los que abusan y violan a niños o mujeres, ojalá y sufráis más de 100 veces el dolor que habéis podido causar, ojalá y os pudráis en cárceles, ojalá que paguéis lo que hacéis, si acaso es posible que podáis pagarlo por completo en algún momento de vuestra vida, hijos de puta.