"Defrauda en esta vida, o acabarás defraudado".
Es triste que hoy en día tus amigos tengan que darte este consejo, que tengamos que ir con el pie echado pensando nada más que en nosotros mismos día a día. Les das la mano y te cogen el brazo, y a veces incluso el cuerpo entero sin ni siquiera mirarte a los ojos. ¿Qué somos? Tristes animales que se pelean por un trozo de carne podrida que lo único que hace es pudrirnos a nosotros por dentro... Porque ya no vale solo con no prestar nuestra mano como ayuda al prójimo, ahora es que encima hay que empujarle, tirarlo al suelo y pisarlo. Gente que tiene grandes riquezas (económicas o de cualquier otro tipo material) y que prefiere no solo no compartirlas, sino también robarle a los demás lo que se han ganado día a día. Gente que si acaso te da un trozo de pan te lo da envenenado. Esa gente que se cree que lo tiene todo, en realidad no tiene nada. Son más pobres que ningún otro, ya que la única riqueza que se tiene en esta vida es el amor de las personas. Y esto que estoy describiendo aquí, no solo ocurre en el mundo de la política, o entre las personas de diferente "nivel económico"; esto ocurre en nuestro día a día, entre amigos y familiares, incluso en las aulas de los diferentes centros de educación. El egoísmo y la competitividad que nos come por dentro no es solo el comienzo de una competitividad estúpida e insana que tendremos ya de por vida y que nos hará perder todo lo que en realidad merece la pena.
Seguid así, yo os animo desde aquí a que no paréis de dar pan envenenado a las personas que creéis "inferiores" a vosotros, ya que algún día ese trozo de pan acabará en vuestro plato.
Es una pena, pero tienes toda la razón.
ResponderEliminarPerfectamente redactado como siempre, sigue así.
Gracias. La lástima es que cada día hay más gente así... Lo importante es levantarnos y no dejarnos pisotear!
ResponderEliminarQue razón que tienes!
ResponderEliminarpues yo quiero empeñarme en q esto no sea así
ResponderEliminar