miércoles, 13 de marzo de 2013

Habitación 304


¿Que cómo me definiría? Quizás como...impulsiva.

Llevaba ya más de 3 horas encerrada en mi habitación sin parar de estudiar de esa odiosa asignatura como es la farmacología y necesitaba despejarme... Pero hacía un frío fuera, así que cogí la llave de mi habitación y empecé a caminar por los pasillos de la residencia...

Habitación 304, donde vivía mi compañero Óscar y donde probablemente se encontraba en esos mismos momentos, aburrido y demacrado por los apuntes. Llamé a la puerta, pero nadie contestó. Extrañada cogí el móvil y me dispuse a mandarle un whatsapp, y justo cuando terminaba de meterme en la aplicación oí ruidos dentro de la habitación.Volví a llamar y poco después Óscar abrió la puerta. Estaba en pijama, con cara de cansancio y parecía un poco nervioso. "¿Te pasa algo?" fue lo único que acerté a decir, pero cuando terminaban de salir las palabras de mi boca vi la generosa erección a través de su pijama y entonces lo entendí todo. "No, no... Pasa" me dijo mientras hacía un gesto para que entrase. Dentro hacía mucho calor, y los apuntes no los veía por ningún sitio, a pesar de que me dijo que estaba estudiando. Me senté en la cama mientras él desde la silla del escritorio me comentaba como había sido su aburrida tarde entre apuntes. Miré sutilmente a la ventana y cuando volví a mirar lo pillé disimuladamente mirándome el escote. No sé porqué lo hice, pero me levanté y me apoyé sobre su escritorio, mirando por la ventana... "es una pena que desde tu ventana no se vea ninguna otra ventana de la residencia... ¿o no?"
No me contestó, solo rió levemente y miró al suelo. Entonces me acerqué le acaricié el muslo y le besé. Él parecía no creérselo, y yo, para demostrarle que era cierto, le volví a besar y me senté abierta de piernas encima de él. Se mostró tímido, me besaba los pechos suavemente, me acariciaba la espalda... Entonces lo agarré y lo tiré contra la cama... Me quité la chaqueta y la camiseta, mientras él desde la cama se bajaba los pantalones y calzoncillos y se masturbaba generosamente. Me di la vuelta y me quité los pantalones lentamente. Sentí como sus manos frías acariciaban mi trasero y me bajaban lentamente el tanga.
Me puso contra la pared y me agarró los pechos desde atrás y me empezó a rozar con su pene todo el trasero. No sé porqué sentí tal excitación que me agaché y puse todo el trasero mirando hacia él, insinuando que quería sentirlo dentro. Pero mi sorpresa fue cuando sentí como se agachaba y me separaba las dos partes del trasero… Sentí su lengua, sus labios… Nunca había sentido algo así…
“Penétrame” le dije suave y lentamente para no gritar y que se enterase toda la residencia. Entonces me tiró contra la cama y me abrió de piernas, no tardó en penetrarme mientras, fuera de toda timidez, me lamía los pechos y mordía levemente los pezones.
Tardó poco en correrse encima de mi barriga. Sin en cambio yo tuve que quedarme con un buen calentón… o no. Porque después de limpiarme, vestirme, darle un beso y cerrar la puerta tras de mí, me dirigí hacia mi habitación, donde di final a aquella historia… Final que algún día os contaré.

Porque no hay nada mejor para recuperar la concentración que hacer un buen descanso ;) .

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