sábado, 30 de marzo de 2013

Prosa 7


Un suspiro de tristeza llega desde el lejano oriente… Aquel joven encarcelado anhela sus besos que ya no siente… Ella llora, sabiendo que no existe solución, muchos kilómetros los separan, y  muy pocas las posibilidades son de volver a sentir su amor… Ella siente una brisa, abrasadora y gélida al mismo tiempo… Recuerda su cuerpo, sus abrasadores besos. Aquella lengua inquieta, sus manos, su pelo… Su forma de mirar, de permanecer sentado, su forma de tocar, de sentirlo a su lado, su forma de hablar y de permanecer callado… Tan distante tan calmado, él espera que algún día ella vuelva a sus brazos, mientras siente indiferente dolorosos puñetazos… “Libertad” decía él, ella decía “dejadlo”. Mientras el amor se consume, solo queda un triste lazo que une a los enamorados, aquel suspiro de amor, que nació en lejano oriente, brisa abrasadora y gélida que la bella dama siente…

Prosa 6


Soñando con un mundo donde los sueños eran la realidad… Donde la Luna alimentaba con su llanto la melancolía del mar… Donde, furiosa, la naturaleza hacía que las míseras criaturas fuesen antinaturales… Soñando con un mundo paralelo… Un mundo miserablemente rico en pobreza… Grandiosamente podre en riqueza… Pobre en angustia, rico en deseo, pobre en valor, rico en desesperación… Donde las nubes se alimentan del vapor de las montañas y cuando llueve sientes flores en tu rostro… Soñando, soñé… Que sólo existíamos tú y yo… Que la enfermedad del amor curaba nuestra inquietante salud de soledad… Soñando… Soñé que me querías… Soñando… Soñé que… No sé… Quizás, algún día…

Prosa 5


La luna triste contempla el mar agonizando, sabe que va a morir… El mar, inquieto, no puede dormir al ver el reflejo de la Luna llorando… Tristemente las rocas frenan al mar que intenta escapar de semejante agonía, y en un suspiro el mar reflejó la muerte de la Luna que, confundida, cayó rendida ante un manto de estrellas que sólo se dedicaban a contemplarla, verla morir… Mientras el mar, con sus olas intenta acariciar la Luna que yace en la oscuridad… Y el cielo junto al mar se viste de luto…
Cayó la noche, cayó la Luna sobre el mar, el mar sobre las rocas y las rocas, tristezas permanentes, sólo pueden llorar…

Prosa 4


Parada frente a la persona que más daño me ha hecho en la vida le dije “mi cabeza controla mi mano derecha, mi corazón la izquierda”. Le miré a los ojos, mi mano derecha se había convertido en un puño que se aproximaba a gran velocidad sobre su cara… Pero a dos centímetros de llegar a tocarle el rostro mi mano izquierda sujetó a la derecha…
Aquella persona me dijo “sabía que tu corazón no te lo permitiría, porque aún me quieres…” Y apenas hubo terminado de pronunciar la última palabra mi puño izquierdo golpeó con todas sus fuerzas su cara… Dije: “Recuerda que a quien hiciste daño y engañaste fue a mi corazón, no a mi cabeza…”
Porque el corazón muchas veces frena los impulsos de la cabeza, pero la cabeza rara vez frena los impulsos del corazón…

Prosa 3


Oigo un eco lejano, que se acerca a través del viento, palabras rotas por tu ausencia…
…palabras que cuentan historias de niños que ya nadie recuerda…
…tu sonrisa, tus ojos, tu boca… ¡Tú!
¿Cómo saber si el mañana me traerá de vuelta el pasado que será mi futuro?

Prosa 2


Mirar al cielo, sentirte cerca. Cerrar los ojos y ver que te has ido. Sentirme sola entre el bullicio de la gente, sentirme sola y tú no estás conmigo… Cerrar fuertemente los puños entre tus manos de aire y, en un suspiro, abrir los ojos, ver nubes en el cielo… Jamás quise huir del fantasma de la melancolía y encerrarme en esta lluvia que me resbala sobre las mejillas, los labios… que un día fueron tuyos. Y tu alma voló con alas de fuego que quemaban mi alma unida a tu cuerpo… y sentí tu ausencia mientras la multitud parece tocarte. Yo, apartándome de tu cuerpo, sentí como tu alma escapaba e intenté atraparla en mí. Y hoy, sumida en la desesperación, me ahogo en el silencio de un llanto eterno, preguntándome si sigues en mí… y cada noche creo abrazarte y despierto con mis brazos abrazando la almohada, pero te siento… Y la lluvia rompe el silencio que dejaste…

Prosa 1

Las palabras que salen de tus labios son suspiros de aire ardiente que, al rozar con mis oídos, me queman en un goce eterno que apenas dura un instante… y con sólo mirar tus ojos, pozos de fantasía eterna, caigo en un abismo de sensaciones inexplicables que apenas caben en esa mirada tuya… y me pierdo en tu mirada, mientras la suave brisa de tu voz mece mi pelo y me duermo, soñando con tu sonrisa, sabiendo que no estás, teniéndote tan cerca…
…y mirándote, ensimismada me quedo en la inmensidad de tu cuerpo, entrelazando mis manos con las tuyas, sintiendo tu aliento, suspiro del alma, en mi cuello… y siento que eres mío, y de nadie más… mío… entre mis manos perdidas en el manantial de tu piel, del cual mi boca calma su sed, y me pregunto… ¿Por qué?
¿Por qué fuera de mis sueños jamás te podré tener?

Vida de perro

Nace
con la mirada perdida
no teniendo otra salida
que aceptar lo que le hacen.

Da sus primeros pasos
juega y se divierte
siempre y tenga suerte
de acabar en buenos brazos.

O crece
en las calles o en el campo
entre la pena y el llanto
que seguro no merece.

Día a día evoluciona
guardando todo en su mente
codeándose con gente
que lo quiere y lo abandona.

Aprende
tristes trucos que contentan
a esa gente que contempla...
Ni si quiera los merecen.

Y sabe
que este mundo es una trampa
que si no haces lo que mandan
en su casa ya no cabes...

Muere
entre lágrimas y sollozos
de supuestos corazones rotos
que le dicen que le quieren...

Y así es, vida de perro señores. Nacen un buen día, abren los ojos en un mundo que supuestamente es maravilloso. Dan sus primeros pasos, rodeados de aplausos y de gente que no para de mirarlos, que les ríe y juega con ellos, gente que no les muestra lo que es la vida. Pero crecen, y ven por ellos mismos lo que es la vida, descubren que no todo son sonrisas y que si caminas siempre de frente... Algún día te apuñalan por la espalda. Aprenden a hacer "trucos" para contentar a todo el mundo, quieren destacar, ser queridos, no les importa quien les brinde alabanza, mientras se la brinden. Valoran el mundo por una triste "galleta" que de vez en cuando les da su jefe. Saben que en este mundo el que más cabezas pisa más arriba llega, sin darse cuenta de que en lo alto de la montaña estarán solos. Y finalmente mueren, dejando todas su riquezas materiales, rodeados de familiares y supuestos amigos que después de su funeral, solo sentirán la pérdida de un hombre que vivió para destacar, para ser querido (pero no para querer), que pensaba en él, que se sabía todos y cada uno de los trucos que tenía que hacer para obtener las recompensas que lo llevaban día a día a la fama y lo alejaban de las personas. De un hombre con vida de perro, con una diferencia, los perros valoran a las personas que les dan el "premio".

Luchamos día a día por cambiar el mundo, y no nos damos cuenta de que el mundo nos está cambiando a nosotros.










lunes, 25 de marzo de 2013

Concierto inacabado

En medio de aquel montón de gente, con esa música que nos hacía acercarnos poco a poco...
Era todo tan confuso, pero tan bonito... Que no quería siquiera replanteármelo.
Me cogiste de la mano y me llevaste a un  rincón de la colina donde había varias parejas metiéndose mano. Era mi primer ViñaRock y  no sé cuanto tiempo llevaba soñando con que me besaras de esa manera... Aún recuerdo cuál era la canción que sonaba cuando nos tumbamos en el césped, en aquel concierto de Warcry. Te tumbaste encima de mí, besándome el cuello, el escote... Mientras me masajeabas los pechos y me clavabas toda tu erección por encima de la falda. Me subiste la camiseta a la vez que me dabas besitos en la barriga y me masajeabas el clítoris por encima del tanga. Entonces subiste a besarme en los labios, pero antes me ladeaste el tanga y me metiste un dedito con suavidad. Me besaste suavemente en los labios y seguidamente me metiste el dedo mojadito en la boca de manera muy sensual. Te bajaste los pantalones y el boxer, y empezaste a rozarme con el glande suavemente. No podía parar de respirar de manera entrecortada mientras te besaba el cuello y te daba pequeños mordisquitos. Pero me agarraste las dos manos y las posicionaste por encima de mi cabeza, pegadas al césped, mientras me besabas apasionadamente y empezabas a penetrarme...

"Ahhh" Me desperté con un suspiro, empapada en sudor y en lo que no es sudor... No podía creer que todo  fuese un sueño... Pero me giré, y no había nadie. Allí estaba yo sola en la cama, echándote de menos sin ni siquiera haberte tenido...Terminando lo que, en sueños, habías dejado a medias...


domingo, 24 de marzo de 2013

Insensible

Y pasan las horas bajo el tic tac del reloj que nos atormenta. ¿Qué podemos hacer para cambiar? 
Agárrame, desnúdame, tortúrame todo lo que quieras y aún así no sabrás lo más profundo de mí. 
¿Por qué hay cosas que ni nosotros mismos nos queremos plantear? Quizás por miedo, quizás por vergüenza... Quizás esos recuerdos han quedado tan enterrados en lo más profundo de tu mente que el solo hecho de pensar en algo relacionado te hace desviar tus pensamientos hacia algo totalmente distinto. 
¿Existe realmente el subconsciente? ¿Nos pueden llegar a conocer por él? ¿Nos delatan los gestos, las miradas...?
Realmente me pregunto si habrá gente que se muestre totalmente tal y como es, que no oculte algo de su personalidad por miedo o vergüenza, o simplemente por evitar comentarios incómodos. 

En mi vida solo ha habido una persona que me conociese al 100% y que viese esa parte de mi personalidad que nadie ha visto, y ahora miro y ya no está. Quizás quiero gritar que lo hecho de menos, que necesito mostrar ese punto débil que nadie conoce, que necesito desahogarme sin miedo.... Pero eso es algo que por más que me replanteo no llego a ninguna conclusión. 

Admiro mucho a los payasos porque siempre tratan de buscar una sonrisa en la gente, y la sonrisa es una de las cosas más preciadas que tenemos y cuando la compartimos su valor se vuelve incalculable. Pero no podemos olvidar que el payaso cuando se quita traje no deja de ser una persona y que a ratos también necesita que le saquen una sonrisa.


Bueno, pues después de que os hayáis leído esta mierda de entrada y hayáis perdido un trocito de vuestra vida en ello os pido perdón, pronto intentaré volveré a escribir cosas con más sentido, o por lo menos a intentar sacaros una sonrisa.



miércoles, 20 de marzo de 2013

Lo mejor del sexo

Un amigo me preguntó “¿Qué es lo que más te gusta del sexo?” y mi respuesta, aunque dudosa fue:
“Los besos, las caricias… No sé.
Es que es una sensación tan bonita… El tonteo, acercarse, mirarse, olerse, sentirse… El más mínimo roce hace que te estremezcas.
Y lo mejor sin duda es cuando se acercan a besarte… Mejor que todos los orgasmos del mundo. Ves venir a esa persona… Como que es algo que llevas esperando un tiempo y al fin llega… y ese es el momento, está cerca pero aún no te está besando y piensas “oh, ya llega” pero todavía no ha llegado… Porque ya una vez te estás besando ya ha pasado la espera y ya es todo más tranquilo, más paso a paso y con emociones más suaves… Tenerlo a unos escasos centímetros, mirándome a los ojos o a los labios, acariciándome la cara y sintiendo su aliento; eso es lo mejor del sexo.”

miércoles, 13 de marzo de 2013

Habitación 304


¿Que cómo me definiría? Quizás como...impulsiva.

Llevaba ya más de 3 horas encerrada en mi habitación sin parar de estudiar de esa odiosa asignatura como es la farmacología y necesitaba despejarme... Pero hacía un frío fuera, así que cogí la llave de mi habitación y empecé a caminar por los pasillos de la residencia...

Habitación 304, donde vivía mi compañero Óscar y donde probablemente se encontraba en esos mismos momentos, aburrido y demacrado por los apuntes. Llamé a la puerta, pero nadie contestó. Extrañada cogí el móvil y me dispuse a mandarle un whatsapp, y justo cuando terminaba de meterme en la aplicación oí ruidos dentro de la habitación.Volví a llamar y poco después Óscar abrió la puerta. Estaba en pijama, con cara de cansancio y parecía un poco nervioso. "¿Te pasa algo?" fue lo único que acerté a decir, pero cuando terminaban de salir las palabras de mi boca vi la generosa erección a través de su pijama y entonces lo entendí todo. "No, no... Pasa" me dijo mientras hacía un gesto para que entrase. Dentro hacía mucho calor, y los apuntes no los veía por ningún sitio, a pesar de que me dijo que estaba estudiando. Me senté en la cama mientras él desde la silla del escritorio me comentaba como había sido su aburrida tarde entre apuntes. Miré sutilmente a la ventana y cuando volví a mirar lo pillé disimuladamente mirándome el escote. No sé porqué lo hice, pero me levanté y me apoyé sobre su escritorio, mirando por la ventana... "es una pena que desde tu ventana no se vea ninguna otra ventana de la residencia... ¿o no?"
No me contestó, solo rió levemente y miró al suelo. Entonces me acerqué le acaricié el muslo y le besé. Él parecía no creérselo, y yo, para demostrarle que era cierto, le volví a besar y me senté abierta de piernas encima de él. Se mostró tímido, me besaba los pechos suavemente, me acariciaba la espalda... Entonces lo agarré y lo tiré contra la cama... Me quité la chaqueta y la camiseta, mientras él desde la cama se bajaba los pantalones y calzoncillos y se masturbaba generosamente. Me di la vuelta y me quité los pantalones lentamente. Sentí como sus manos frías acariciaban mi trasero y me bajaban lentamente el tanga.
Me puso contra la pared y me agarró los pechos desde atrás y me empezó a rozar con su pene todo el trasero. No sé porqué sentí tal excitación que me agaché y puse todo el trasero mirando hacia él, insinuando que quería sentirlo dentro. Pero mi sorpresa fue cuando sentí como se agachaba y me separaba las dos partes del trasero… Sentí su lengua, sus labios… Nunca había sentido algo así…
“Penétrame” le dije suave y lentamente para no gritar y que se enterase toda la residencia. Entonces me tiró contra la cama y me abrió de piernas, no tardó en penetrarme mientras, fuera de toda timidez, me lamía los pechos y mordía levemente los pezones.
Tardó poco en correrse encima de mi barriga. Sin en cambio yo tuve que quedarme con un buen calentón… o no. Porque después de limpiarme, vestirme, darle un beso y cerrar la puerta tras de mí, me dirigí hacia mi habitación, donde di final a aquella historia… Final que algún día os contaré.

Porque no hay nada mejor para recuperar la concentración que hacer un buen descanso ;) .

domingo, 10 de marzo de 2013

Competitividad

"Defrauda en esta vida, o acabarás defraudado".

Es triste que hoy en día tus amigos tengan que darte este consejo, que tengamos que ir con el pie echado pensando nada más que en nosotros mismos día a día. Les das la mano y te cogen el brazo, y a veces incluso el cuerpo entero sin ni siquiera mirarte a los ojos. ¿Qué somos? Tristes animales que se pelean por un trozo de carne podrida que lo único que hace es pudrirnos a nosotros por dentro... Porque ya no vale solo con no prestar nuestra mano como ayuda al prójimo, ahora es que encima hay que empujarle, tirarlo al suelo y pisarlo. Gente que tiene grandes riquezas (económicas o de cualquier otro tipo material) y que prefiere no solo no compartirlas, sino también robarle a los demás lo que se han ganado día a día. Gente que si acaso te da un trozo de pan te lo da envenenado. Esa gente que se cree que lo tiene todo, en realidad no tiene nada. Son más pobres que ningún otro, ya que la única riqueza que se tiene en esta vida es el amor de las personas. Y esto que estoy describiendo aquí, no solo ocurre en el mundo de la política, o entre las personas de diferente "nivel económico"; esto ocurre en nuestro día a día, entre amigos y familiares, incluso en las aulas de los diferentes centros de educación. El egoísmo y la competitividad que nos come por dentro no es solo el comienzo de una competitividad estúpida e insana que tendremos ya de por vida y que nos hará perder todo lo que en realidad merece la pena.

Seguid así, yo os animo desde aquí a que no paréis de dar pan envenenado a las personas que creéis "inferiores" a vosotros, ya que algún día ese trozo de pan acabará en vuestro plato.


miércoles, 6 de marzo de 2013

Silencio

El silencio... es una de esas cosas que parecen tan simples, pero que luego esconden todo un mundo dentro.

¿Qué es el silencio?
¿Es acaso, la falta de algo? Un hueco, vacío... La desaparición de cualquier sonido. ¿Significaría esto que el silencio, por lo tanto, es algo negativo? ¿O por el contrario puede ser algo lleno de significado?.
Puede ser un "trozo de tiempo" que a su misma vez está vacío de ondas sonoras, en cuyo caso no nos vamos a fijar en la ausencia de estas ondas, sino en la presencia de este "trozo" de tiempo.
Pero ese "trozo" de tiempo puede significar a su vez cosas que se contradicen entre ellas, no estando ninguna de ellas fuera de lugar en esta definición:
Puede significar tristeza, desesperanza... Cuando esa pena que nos consume nos impide articular palabra.
Puede significar rabia, o impotencia.... Cuando sabemos que digamos lo que digamos no solucionamos nada, y por eso callamos...
Puede significar nerviosismo e inseguridad... Cuando tenemos miedo a equivocarnos y las palabras se quedan escondidas en un rincón de la mente.
Puede significar sorpresa, éxtasis... Cuando la situación nos apabulla y apenas nos deja tiempo para reaccionar.
Puede significar falta de saber, o de conocimientos... Cuando callamos cuando no tenemos conocimientos de lo que se está hablando.
Puede significar exceso de saber... Cuando sabemos de más, y callamos por miedo a hacer daño... O a parecer unos cotillas...
Puede significar mentira malintencionada o falsedad... Cuando callamos información con tal de beneficiarnos y perjudicar a la otra persona...
Puede significar mentira piadosa y bien intencionada... Cuando evitamos herir a alguien, o guardamos una buena noticia para darla en el momento adecuado.
Puede significar que estamos esperando oír hablar al otro...
Que lo que queremos decir no podemos decirlo porque se nos escapa por los ojos...

Puede significar amor, odio, desinterés, vergüenza...
Muchos valientes callan por dejar hablar al tiempo...
Otros muchos afirman que si la verdad no es dicha, no se puede considerar que se haya mentido...

"Pero el silencio es la más elocuente forma de mentir..."



Definición de frío

Tanto que decís que tenéis frío, tanto que os quejáis... aquí os dejo una cosa que leí hace tiempo, y que en su momento me hizo echarme unas buenas risas.


+18º C - En Hawai usan dos mantas
+10º C - En los edificios de Helsinki quitan la calefacción
+2º C - Los coches italianos no arrancan
0º C -El agua se congela
-1º C - Ves tu aliento. Los rusos están tomando helado y bebiendo cerveza fría

-4º C - Tu perro se mete en tu cama
-10º C - Los coches franceses no arrancan
-12ºC - Los políticos empiezan a hablar de vagabundos.
-15º C - Los coches americanos no arrancan
-20º C - Oyes tu respiración
-24º C - Los coches japoneses no arrancan
-28º C - Tu perro se mete en tu pijama
-29º C - Los coches alemanes no arrancan
-30º C - No hay ningún coche normal que arranque
-36º C - Los coches rusos no arrancan
-39º C - Los rusos se abrochan todos los botones de la camisa
-50º C - Tu coche se mete en tu cama
-60º C - La gente de Helsinki están congelados. En Moscú se abrochan los abrigos
-70º C - El infierno está congelado
-72º C - Los abogados comienzan a meterse las manos en los bolsillos
-120º C - El alcohol se congela. Los rusos se ponen bastante nerviosos.
-273,15º C - Cero absoluto. Las moléculas dejan de moverse. Los rusos chupan el vodka congelado

domingo, 3 de marzo de 2013

Cuentas pendientes

Las marcas que dejaron las cuerdas en mis muñecas no son nada para la cicatriz que dejaste en lo más profundo de mi ser...
"He venido solo porque salíais todos" me dijiste, cuando en realidad estabas ahí únicamente por mí. El ambiente no era tenso, por lo menos para los demás, que inocentes jugaban a aquel juego de mesa que como yo siempre he dicho: rompe más amistades de las que crea. Yo sin en cambio estaba desorientada, notaba las miradas y los gestos, que a los ojos de los demás eran invisibles... Poco a poco se fueron marchando todos, hasta que solo quedamos tú, Pablo y yo. No estaba cansada, aunque si lo hubiese estado tampoco querría haberme ido, no quería que la noche terminase ahí... Pero ya cuando me faltaba sentarme encima de ti para terminar de insinuarme, te levantaste simulando un gesto de sueño y comentando que te ibas... Me quedé anonadada y no sabía si es que te estabas quedando conmigo toda la noche o que simplemente me lo había imaginado yo todo. Pero entonces fue cuando Pablo dijo "bueno, me acercas que vivimos al lado" y lo comprendí todo. "Hasta luego chicos..." y se cerró la puerta. No tardé mucho en recoger aquél jaleo que habíamos montado, y mientras lo hacía, ya desaparecían las prendas que cubrían mi cuerpo. Poco a poco me quité la camisa, botón a botón... Casi como si de un baile sensual se tratara, con un espejo como único espectador, que a mí me encantaba.Casi no recuerdo cuando me quité los pantalones y las deportivas... Solo sé que cuando ya había empezado a tocarme, sonó el timbre. Miré por la mirilla casi ya sabiendo que ibas a ser tú... Abrí... "Me he dejado una cosa" dijiste embobado al ver que solo llevaba la ropa interior puesta. "Pasa, no te cortes..."
Pensaba que te tenía acobardado, hasta que dijiste "en serio, si quieres me voy... que a juzgar por la mancha que tienes en las braguitas seguro que te he interrumpido..."
No dije nada, solo me puse de espaldas hacia ti y de frente al espejo y me quité el sujetador. Seguidamente me dirigí a mi cuarto, y tú no tardaste en seguirme...
Saqué unas cuerdas del cajón..."Átame a la cama, y coge lo que dices que te habías dejado, y por lo tanto, por lo que habías vuelto..." La erección de tus pantalones era más que evidente y mis bragas ya no podían estar más mojadas. No tardaste en atarme a la cama, y quitármelas con la boca. Besaste mis muslos una y otra vez mientras yo me deshacía de placer y quería más. Tú seguías, besandome las piernas, la barriga... Todo muy sensual, acariciándome los brazos, hasta que me hiciste gritar "más por favor..." Me sacaste la lengua con expresión juguetona que en unos segundos se convirtió en algo más que una expresión... Tus labios y tu lengua se movían como si de una banda sinfónica se tratase y cada movimiento encajaba totalmente con la sinfonía maravillosa de mis suspiros. Apoyé mis pies en la cama y elevé la cadera diciéndote "azótame"; orden que no tardaste mucho en cumplir, una y otra vez... Ligeros azotes se entremezclaban con suaves caricias... No pude más y solté el mayor grito de placer que he soltado en mi vida. 
Jadeante y sudorosa allí estaba, tumbada en la cama, mientras tú de pie me observabas como si de una obra de arte se tratase. Te acercaste, me besaste suavemente en los labios, me desataste y te diste media vuelta... "¿Dónde vas? Acaso no quieres que te dé lo tuyo?"

"No, prefiero dejármelo olvidado y venir mañana a por él...si no te importa."