domingo, 25 de diciembre de 2011

Cariño

Y es en ese momento cuando echas de menos un simple "princesa" o "cariño". No porque lo necesites, solo porque si algo he aprendido en la vida es que una palabra puede cambiar un hecho en cuestión de segundos...
Pasaste a la habitación, y apenas me miraste. Pude notar que ya estabas empalmado, pero antes, como una de mis condiciones, una ducha. No soporto chupar un pene sucio. Puedo besar una boca con aliento a cebolla pero las pollas han de estar limpias, pues la boca de una princesa como yo, no tolera cualquier cosa. Como siempre tú insistías en que me metiese en la ducha, "Cielo, estoy recién duchada y seca, y no me apetece mojar las sábanas con algo más que mi flujo vaginal" No hacen falta más palabras para poner a tono a un hombre, y a veces, hasta sobran. En cuestión de 5 minutos lo tenía limpio, desnudo y empalmado frente a mí. Insistiendo en mis palabras romanticonas dije "¿Qué quieres hoy, cariño?". No contestaste, ya que, como bien sabemos, las palabras no son tu fuerte. No tardaste mucho en tener tu lengua entre mis piernas. Se movía ágil, juguetona, yo diría que mejor que nunca. pero... No sé, faltaba algo, quizás un poco de Cariño... No conseguiste que me corriese, pero no ibas a desistir y me empezaste a masturbar, con tus dedos, suaves y limpios, con unos movimientos fuertes pero correctos, mas faltaba algo... Un poco de Cariño quizás... No contento me quisiste penetrar, no dudaste, ni vacilaste, en menos de unos segundos te tenía sobre mí, dándome fuerte y rápido, tú gritabas, yo jadeaba, mas estaba lejos de correrme... Me follabas, pero me follabas como a una simple puta, quizás faltó algo de... Cariño.
Finalmente me pediste que te la chupara, y como siempre no tardaste en correrte, pocas mujeres la chupan como yo. Y sí, fue un final, un final como otro cualquiera, pero yo no era la cualquiera de siempre.
Te vestiste, recogiste tus cosas y dijiste "Adiós", queriendo cogerme la cara llena de semen, pero no te dejé.

No, no me pagues. A ésta invito yo, Cariño.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Personas

Hoy no voy a escribir de sexo, lo siento. Hoy voy a escribir sobre las personas...
Hay varios tipos de personas, hay personas generosas, humildes, buenas y amables (llamémoslas Tipo 1), para los cuales las personas de su alrededor valen tanto o más como ellas, y hay personas egoístas, ruines y malas (Tipo 2) para las cuales solo hay dos tipos de personas: Los que son como ellos y los que no.
Una cosa que tengo muy clara es que las personas maduran con las experiencias que les da la vida, aunque por desgracia generalmente con las malas experiencias. Sobra decir que las personas Tipo 1 van a madurar el doble de rápido que las personas Tipo 2, pues una persona humilde y buena es más fácil de dañar que una persona egoísta. La persona egoísta siempre pensará que lleva razón, que ella fue la dañada y que toda la culpa es de la otra persona, lo cual no le permite madurar y aprender de los errores...
Con esto no quisiera hacer una clasificación estricta, ya que las personas no somos máquinas. Simplemente he englobado a las personas en dos grandes grupos. Lógicamente habrá personas que no pertenezcan a ningún grupo de los dos, y personas que cambien de uno a otro, bien para mal o para bien.
Con esta reflexión no quisiera ofender ni aludir a nadie, solo dar a conocer mi opinión sobre la gente con la que convivo día a día. Si hubiera que identificarme yo, ¿Quién sabe? Quizás hasta me metería en el tipo 2...

sábado, 6 de agosto de 2011

Reflexión

Mira a tu alrededor, ¿Quién hay a tu derecha? ¿Tienes alguien a tu izquierda? Acaso… ¿Estás solo? ¿O sola? No estoy escribiendo esto para hacerte yo las preguntas, no quiero saber nada de ti, solo quiero que te des cuenta de quién eres. ¿Te acuerdas de cuando eras pequeño? ¿Crees que ha cambiado tu forma de ver el mundo? Recuerdo una historia de cuando era pequeño…
“No tendría yo más de 5 años, estaba en mi casa jugando con mis numerosos juguetes, pero había uno que era mi preferido, mi rana de peluche. Siempre, jugase a lo que jugase, mi rana entraba en el juego, ya fuese a los vaqueros, a los alienígenas… Un día, pasados dos años, mis amigos vinieron a mi casa a jugar, con sus action man, relucientes y envidiables. Yo saqué mis juguetes de toda la vida, y por supuesto, mi rana de peluche. Al ver la rana se empezaron a reír de mí y se fueron. No tardé ni una semana en pedirle a mi madre que me comprara el action man, y allí lo tenía. Cuando quedaba con ellos me lo llevaba, jugaba con él y era el niño más feliz del mundo, pero cuando estaba solo en casa cogía mi rana y dejaba el action man a un lado. Pero poco a poco, el action man fue tomando prioridad en mi vida, y dejé de lado a ese peluche que me había hecho tan feliz durante tanto tiempo…”
No puedo evitar comparar ese comportamiento con otro comportamiento que tuve… Yo conocía a una chica de hace tiempo, nos gustábamos, todo hay que decirlo, me ponía muchísimo. Empezamos como amigos, pero la cosa se fue calentando y no pude evitarlo. De que me di cuenta estaba con ella en una habitación, acariciando su cuerpo y mordiendo sus pezones… La oía gemir y suspirar, quería hacerla llegar al cielo… No fue el único encuentro que tuvimos, nuestros cuerpos se buscaban y en contadas ocasiones se encontraban. Pero había algo que no se podía perder: la amistad. No puedo calcular el cariño que llegué a sentir por esa chica, no puedo decir que no me enamoré de ella, tampoco puedo decir que lo hice… Solo sé que no hubiese cambiado ni un beso suyo por todo el oro del mundo… Pero pasó el tiempo, y como toda pareja tuvimos nuestros roces, apenas 2 personas sabían de nuestros encuentros, y la relación se volvió fría y problemática. Ya solo quedaba la gran amistad que nos unía, aunque nadie era capad de amortiguar la tensión sexual, y en un último encuentro nos juntamos en su casa, para tomar un café… Ella iba vestida normal, no le gustaba mucho arreglarse… Y yo iba con una camiseta que me encanta y un pantalón de chándal, pues es lo que más comodidad me daba. Nos sentamos a tomar el café y mantuvimos una conversación bastante amena, estuvimos de risas, chistes y buen rollo en general toda la tarde. Pero ya cuando me iba a ir la cosa se fue calentando, no dejaba de mirarle los labios al igual que ella a mí. Me acerqué tanto que nuestras frentes y narices se juntaron, sentía su aliento en mi boca, pero quería más… Comencé a besarla y acariciarla, apenas tardamos un minuto en estar desnudos, encima de la cama… Mis manos se posaban en sus pechos y en su sexo, quería oírla gemir… Le abrí las piernas y la penetré durante unos minutos, pero no era eso lo que quería, me la sacó y se agachó a hacerme el hombre más feliz del mundo… ¡Qué boquita! Mi pene se deshacía en su boca como un caramelo, estaba tan excitado que necesitaba correrme en ese mismo instante. La tumbé en la cama y me puse encima de ella. Sabía lo que quería, se puso a masturbarme y le dejé mi precioso regalo en sus pechos. Ahí terminó nuestra tarde de café, pero lo que no sabía es que ahí iba a terminar todo… Al día siguiente volví a quedar con ella, pero otra me dijo que quería verme esa misma noche, y no pude resistirme… No sé cómo pude olvidarlo, pero todo el cariño que sentía por esa gran amiga desapareció al ver la gran noche que me esperaba, sin complicaciones… Y entonces descubrí que podía ser feliz con alguien que no fuese ella, y la desprecié sin más… Sé que ella me quería, es más, puede que aún me quiera… Pero en ese momento miré por mí, quería ser feliz, y pensé “Si una persona me da 10 quebraderos de cabeza y la otra solo me da 2, ¿por qué tengo que aferrarme a esa?” Y así fue como la perdí…
Y hoy no puedo evitar pensar en aquella chica… y en aquella rana. Ambas cosas han significado mucho para mí, pero yo, el cual siempre defendí que iba en contra de la mayoría, el cual dije que haría de este mundo un mundo diferente me doy cuenta de que me dejé llevar por el egoísmo…
No valorar el cariño que te dan es algo que te hace ser insignificante y pequeño. Es cierto que dos personas distintas te pueden dar el mismo cariño, pero despreciar el cariño de una por el de otra es el mayor error que se puede cometer…
EN LA VIDA SE PUEDEN COMETER ERRORES, PERO AQUELLOS QUE TE HACEN PERDER A UNA PERSONA SON LOS MÁS GRAVES QUE PUEDAS COMETER.
Si algo duele más que perder a alguien que quieres es perder a alguien que te ha querido.

lunes, 11 de julio de 2011

Historias de una sexcalera IV

Otra vez y otra vez… ¿Es que no pueden parar ni un solo día? En el sótano, en el ascensor… Y por no hablar de cuando lo hacen en su casa, que se dejan todas las ventanas abiertas y es prácticamente imposible no escuchar los gemidos… Mi nombre es Roberto y soy un vecino furioso, bueno, furioso… Mejor dicho envidioso, aunque hay que decir que sin mis dos queridos vecinos mi vida sería mucho más aburrida. El otro día oí los gemidos de esa adorable muñeca en el sótano, quise bajar a decirles que pararan pero no pude, lo primero por la erección de caballo que tenía y lo segundo porque yo también quería disfrutar. Me masturbé como hacía años que no lo hacía, y en ese momento decidí que ellos me iban a ayudar a salir de esta rutina de pornografía en la que estaba metido, para contemplar sexo en directo, o por lo menos para oírlo. Los gemidos de esa nena es que me vuelven locos, la otra noche me acosté después de haberme masturbado oyéndola gemir en el piso del vecino, tuve un sueño que no voy a olvidar fácilmente…
Yo estaba tumbado en el sofá, y ella apareció saliendo de mi cocina con un delantal… Solo con el delantal. Le dije “Nena, ¿qué me has preparado para cenar?” Ella no dijo nada, solo me llevo a mi habitación, me tumbó en la cama y se sentó encima de mi cara con las piernas abiertas, con ese precioso manjar en mis labios ¿Quién podía resistirse? Comencé a comer con un gusto que jamás había sentido mientras con una mano me masturbaba. Pasado un rato, le dije que si ella no cenaba a lo que me contestó “yo ceno poco, un poco de leche y a la cama” y me puso una sonrisita dulce. No tardó en quitarse de encima de mi boca y bajar hasta mi pene, comenzó a succionarlo y acariciarlo… Sus labios, lengua y manos se movían de una manera tan rítmica y maravillosa que no podía más de la excitación, la quité de mi pene y la tumbé y la abrí de piernas, comencé a penetrarla rápida y bruscamente y…
...me desperté. Estaba encima del sofá, sudado y me había corrido. Me limpié, esa noche no me iba a hacer falta masturbarme más veces….
¡Un momento! Los estoy oyendo, si, están en casa de ella, y desde la ventana de mi baño se ve perfectamente su habitación, apaguemos luces, escondámonos detrás de las cortinas que va a empezar la función…

miércoles, 6 de julio de 2011

Historias de una sexcalera III

No pude esperar a las 9, me estuve masturbando toda la tarde... Tenía miedo de que llegase la hora y no me quedasen fuerzas, pero cuanto más me acariciaba más ganas tenía de que lo hiciese él...
Llegaron las 9, y fui a su casa, me había puesto un vestido corto con un escote bastante generoso, unas sandalias y el pelo suelto, no me había maquillado, me gusta ir natural, no considero que tenga que ponerme potingues en la cara para parecer atractiva.
Me abrió la puerta, no estaba arreglado, llevaba unos pantalones de chándal y una camiseta negra de uno de mis grupos favoritos. Me invitó a pasar al salón y me senté en una mesa en la cual había un centro de frutas grandísimo, al parecer esa era la cena. Se presentó y me dio un beso en los labios y dijo "No beso a ninguna chica sin saber si folla bien, lo siento". Eso supongo que significaba que yo follaba bien, si no no sé que hacía yo ahí. Se sentó enfrente de mí y comenzó a comer un trozo de fruta de manera muy sensual, yo le seguí el royo y comencé a comer también. Al poco tiempo se levantó, tenía una erección de caballo pues se le notaba muy bien con los pantalones de chándal. Fue a la cocina y trajo un bote de nata, comenzó a echarle a la fruta pero se lo quité y lo dejé en la mesa. Le bajé los pantalones y los calzoncillos y le hice que se sentara en el sofá. Cogí el frasco de nata y se la eché en el pene y los muslos, le dije "es que soy muy golosa" y me agachó la cabeza hacia la nata y comencé a tragar rápidamente... Cuando ya no quedaba nata me levanté y me quité el vestido poco a poco, mientras él, sentado en el sofá, se masturbaba viéndome. Me quité el tanga, pero no el sujetador, eso se lo dejé a él... Me senté sobre él, con las piernas abiertas, su entrepierna estaba pegajosa de la nata, y comencé a besarlo apasionadamente mientras él, que ya no llevaba la camiseta, intentaba desabrocharme el sujetador... Me lo quitó y empezó a lamerme y apretarme los pechos de una manera muy brusca, de repente cogió la nata y los roció con ella, no tardó ni 10 segundos en comérsela toda, "¿tienes hambre, eh?" le pregunté. Y me levantó y me sentó abierta de piernas en el sofá mientras el se arrodillaba y me dijo "no sabes cuanta..." Y comenzó a lamerme el clítoris y a meterme los dedos, estaba tan caliente que pensaba que me iba a correr en ese momento, pero paró y se puso un condón, y me penetró de una manera salvaje, los pechos me botaban al ritmo de sus caderas y yo no paraba de gemir y gritar mientras él se mordía los labios... Cuando llegó el momento del clímax me sacó el pene y se quitó el condón, me lo puso en la barriga y tocándose se corrió en mí... No dijo nada salvo "ahí está el baño". Lo cual me sentó un poco mal pues yo no había llegado a correrme pero no me importó, porque empecé a masturbarme delante de él, bajo su atenta mirada, hasta que me corrí. Fui al baño, me limpié y me acerqué a él, el cual me dio un pico y me sonrió, seguidamente me marché sin decir nada.

viernes, 1 de julio de 2011

Historias de una sexcalera II

Otra noche, el mismo calor, pero esta noche estaba más caliente que nunca... El hecho de pensar en lo de la noche anterior me excitaba muchísimo... Eran las 4 menos 5 y llevaba ya media hora asomada a la ventana, estaba con el camisón de la noche anterior, y me había puesto un tanga muy provocativo... Vi como se abría la ventana y mi corazón comenzó a latir rápidamente, se asomó el chico de la noche anterior, me guiñó un ojo y susurró "baja al sótano" y cerró la ventana. No me lo pensé dos veces y cogí las llaves y bajé derecha al sótano... Allí se estaba fresquito y oscuro, encendí la luz, había muchos trastos de los vecinos, avancé un poco y la puerta se cerró a mis espaldas... Era él, iba con unos pantalones cortos y unas sandalias, cerró la llave y se acercó a mí. Me agarró fuerte por la cintura, yo pensaba que iba a besarme, pero no, no lo hizo, ni pensaba hacerlo en toda la noche. Me agarró fuertemente el culo, y metió un dedo por la rajita... Lo subía y lo bajaba lentamente, mientras notaba su erección que se me clavaba en mi entrepierna. Me agarró por el culo con las dos manos y me subió encima de el, comenzó a morderme el cuello mientras con sus dedos me acariciaba la entre pierna. De repente me sentó encima de una mesa que había y me quitó el camisón, comenzó a acariciarme y morderme los pechos mientras acariciaba también mi entrepierna, yo estaba muy húmeda y quería que me penetrase. Entonces lo aparté, le bajé los pantalones y los calzoncillos y no me lo pensé dos veces y comencé a chuparsela y a acariciarle los huevos, conforme movía la cabeza mis pechos votaban y eso parecía gustarle pues lo vi sonreír... Empecé a aumentar la velocidad y me dijo "para fiera, ¿no querrás que termine ya?" y me volvió a tumbar sobre la mesa y me abrió las piernas. Noté como me metía la lengua, como succionaba mi clítoris... Justo antes de que me corriera se levantó y se sentó en mi barriga, puso su pene entre mis pechos y comenzó a follárselos lentamente... Yo jugaba con mi lengua, cuando se acercaba su pene a mi cara lo lamía un segundo, hacía como si lo fuese a morder. Él, viendo que soy muy golosa me lo acercó a la boca y yo como si se tratase de un chupachús comencé a chuparle la punta, lentamente, mientras le acariciaba todo el cuerpo con mis manos... Estaba tan excitado que se corrió en mi boca mientras se la chupaba... Entonces le dije "Y yo ¿qué?" y se bajó de encima de mi y comenzó a masturbarme de una manera muy brusca, pero me gustaba, no tardé en correrme y mis suspiros se tuvieron que oír en todo el edificio. No me besó en toda la noche, es algo que me sorprendió la verdad, pero me lo pasé genial, antes de irme me dijo "mañana sube a mi casa, que te voy a dar de cenar, a las 9". Me guiño el ojo y se fue...

jueves, 30 de junio de 2011

Historias de una sexcalera

Eran al rededor de las 4 de la mañana, hacía un calor horrible y me desperté de golpe toda sudorosa y con la respiración agitada, supongo que por un mal sueño provocado por el calor. Encendí la luz de la habitación y miré al espejo, mi imagen era deprimente, toda despeinada y sudada y con solo un camisón el cual, por culpa del sudor lo tenía pegado al cuerpo y se podía adivinar totalmente la figura de mis senos... No me lo pensé dos veces y me lo quité, estaba casi desnuda, excepto por las braguitas... Me levanté y me dirigí a la cocina, total era tan tarde que no creo que hubiese nadie asomado a la ventana a esas horas de la noche... Me equivocaba, pero me di cuenta cuando ya llevaba un rato asomada, desnuda... Mi vecino de enfrente me miraba fijamente desde su ventana. Cuando lo miré él no se cortó y me sacó la lengua, no se le veían las manos y por el movimiento que se podía apreciar en su brazo yo diría que estaba masturbándose... Me empecé a acariciar los pechos suavemente mientras el no dejaba de mirar, creo que estaba desnudo, su cuerpo era delgado, pero sus brazos musculosos... Me chupé un dedo y comencé a acariciar mis pezones despacito, a agarrarlos y estirar de ellos... El ponía unas caras de placer bastante graciosas la verdad, me estaba excitando muchísimo y me subí a una mesa que hay justo en frente para que viese como yo también estaba disfrutando... Me bajé las braguitas antes y comencé a masajearme el clítoris... Me mordía los labios y cerraba los ojos, aunque de vez en cuando lo miraba y lo veía ahí, atónito, moviendo su mano sin parar... Bajé mis manos hasta la entrada e intruduje los dedos, despacio... Estaba muy húmeda, comencé a tocarme más y más rápido, estaba tan caliente que no tardaría en correrme... Con la mano que me quedaba libre comencé a acariciarme los pechos y pellizcarme los pezones. En ese momento vi como el sacába su mano manchada de una sustancia blanca que yo estaba segura que era su semen, me exite tanto que no tardé en correrme. Él, muy educado, se esperó a que yo terminé, finalmente me guiño un ojo y cerró la ventana. Me recosté en la cama, más sudada que antes, pero agotada, y no tardé en conciliar el sueño.
Al día siguiente al levantarme me habían pasado una nota por debajo de la puerta que decía "Si buscas, encuentras, esta noche a la misma hora en el mismo sitio..."

sábado, 25 de junio de 2011

Relato erótico II

No me voy a andar por las ramas, no os voy a decir mi nombre porque no os va a hacer falta… Soy un chico, moreno, alto… Normalito.
Hacía calor, y en mi pueblo había una estúpida fiesta que no me gustaba nada, pero bueno, el caso era salir con los amigos y total… Lo mismo hasta ligaba. No me arreglé mucho, cogí el coche y fui a por un amigo para irnos a un sitio en el que se hacía botellón. No tardamos en llegar y juntarnos con los demás. Esa noche yo no bebí porque llevaba el coche… Vimos un grupo de chicas sentadas y mi amigo dijo que conocía a una de ellas, nos acercamos y estuvimos hablando un rato con ellas. Yo me fijé en una chica, callada pero preciosa, tenía unas piernas tremendas y a través del vestido se le veía el hilito del tanga, me estaba poniendo a 100 hasta que de repente dijo que se iba, porque estaba cansada y yo no pude evitar ofrecerme a llevarla a casa.
Subimos al coche, no dijimos mucho pero solo verle el escote me estaba poniendo malo… Vi como miraba mi paquete, estaba bastante empalmado, no lo dudé dos veces y me la llevé a un descampado que había cerca de allí… Le puse la mano en el muslo, caliente, muy caliente y le dije “¿te gusta?” No dije nada más, la besé mientras le metía la mano debajo del vestido, entre sus muslos, buscaba su humedad, quería hacerla mía… Ella me puso la mano en el paquete y comenzó a masajear mi pene, me estaba poniendo a mil… Metí los dedos debajo de su tanga y comencé a acariciarle el clítoris, los labios, e introduje uno de mis dedos y lo movía suavemente… Noté que le gustaba pero quería más así que nos salimos del coche, nos recostamos sobre la hierba, y le quité el vestido, quería verla desnuda, probar su cuerpo… Comencé besando sus muslos, seguí por su barriga y llegué a sus pechos… Le quité rápidamente el sujetador y comencé a tocárselos a la vez q los lamía y mordía, me los quería meter enteros en la boca, pero no me cabían… Pero quería más, quería verla retorcerse de placer, bajé y comencé a jugar con mi lengua en su entrepierna… Su clítoris… Ella comenzó a jadear y yo lamía su sexo hasta que me apartó la cara y me tumbó, me bajó los pantalones y el bóxer y se quedo mirando mi pene, parecía sorprendida, comenzó a besarlo, y no tardó en metérselo en la boca, esa niña me la estaba comiendo como nunca antes me la habían comido… Creía que me corría, pero no, todavía me quedaba, la tumbé y la abrí de piernas, le metí solo la punta y noté que no le gustaba, pero ella insistió que se la metiese entera, y la verdad se lo agradecí, se la metí hasta el fondo, comencé a moverme y vi como le gustaba… Le botaban los pechos y eso me ponía muchísimo, los agarré los besé, los mordí… Sentía que me iba a correr, saqué el pene y ella me ofreció su boquita, ¿cómo iba a rechazarla? Me la agarró y comenzó a masturbarme salvajemente, no tardé en correrme, veía como se lo tragaba y como se le escurrió un poco en sus pechos… Me levanté y se limpió, la llevé a su casa. No dijo nada, pero al llegar a mi casa estaba aun tan caliente que no pude evitar masturbarme pensando en lo ocurrido, hoy aun lo cuento y me pongo malo….

lunes, 20 de junio de 2011

Perfumes con olor a... ¿Sexo?

Si, si, como oís, bueno mejor dicho leéis... XD
Se está creando el perfume con olor a "sexo", ese olor que aunque no nos demos cuenta está ahí en esos momentos de desenfreno ;)
El propósito de este perfume (el cual está tanto en versión masculina como femenina) es imitar a los olores desprendidos por los órganos sexuales durante dicho encuentro, ya que estos desprenden feromonas que según un investigador "se pueden sintetizar en el laboratorio".
Este peculiar "invento" está todavía en el aire, pero promete, ya que hay bastantes perfumes actuales que contienen aromas parecidos, todo para aumentar la sensualidad y el atractivo del aroma. Aquí os dejo el link de la noticia http://www.vanguardia.com.mx/creanperfumesconolorasexo-954429.html

sábado, 18 de junio de 2011

Relato erótico I

Hola mi nombre es Bea, tengo 18 años y esta es mi historia…
Nací en un pueblo pequeño y tradicional, siempre he sido una niña ejemplar muy casta y pura, nunca tuve novio, a pesar de ser agraciada físicamente y siempre fui muy estudiosa…  No era popular en el pueblo, salía con mis amigas, pero nunca me hacía destacar, hasta que una noche de verano descubrí un hobby que se está empezando a convertir en mi estilo de vida…
Era la noche de san Juan, y en mi pueblo para esta fiesta se suele hacer la típica hoguera donde la gente tira papelitos y pide deseos… La verdad es que nunca creí en eso. Esa noche me puse un vestido blanco, cortito y con escote, con un tanga fino, ya que el vestido se transparentaba bastante…
Estaba con mis amigas sentada en unos bancos de un parque cerca de donde se estaban celebrando las hogueras cuando vimos aparecer a un grupo de chicos bastante conocidos en el pueblo que se acercaron a nosotras y entablamos una conversación bastante entretenida… Estuve notando durante un buen rato la mirada de un chico, Ernesto es su nombre, y su mirada me dejó pillada toda la noche. Pasado un rato me empecé a sentir cansada, pues no era yo una chica que solía salir mucho de fiesta, en ese momento dije que me iba y Ernesto se ofreció para llevarme a casa en su coche, aunque no lo conocía de mucho acepté, pues me encontraba muy cansada…
De camino a mi casa íbamos los dos callados, no pude evitar ver su gran paquete, el cual, por el tamaño que se apreciaba yo diría que estaba empalmado. El vio como lo miré, y cambio el rumbo del coche hasta un descampado que hay en las afueras del pueblo, paró el coche y dijo mientras acariciaba mi muslo “¿te gusta?”. Esas fueron las únicas palabras que se escucharon en toda la noche…
 Comenzó a besarme muy suavemente mientras introducía su mano entre mis muslos, noté como me humedecía y sentí la necesidad de tocar su miembro, así que comencé a acariciarle el paquete por encima de los pantalones mientras el ladeaba mi tanga, yo abrí bien las piernas y el comenzó a masturbarme con una delicadeza que jamás imaginé. Cada vez estábamos más excitados y como no estábamos cómodos en el coche salimos de él y nos recostamos en la poca hierba que había en el suelo. El me quitó el vestido lentamente mientras besaba mis muslos, mi barriga y finalmente mis pechos. Me quitó el sujetador y empezó a masajearlos a la vez que los lamía y mordisqueaba mis pezones. Poco a poco fue bajando con su boca hasta llegar a mi sexo bajó el tanga y noté como jugaba su lengua con mi clítoris, mis gemidos se oían desde largo y sentía ganas de que me penetrase. Sin dudarlo le aparté la cara de mi entrepierna  y lo recosté, le quité los pantalones y el bóxer rápidamente, nunca antes había visto un pene, insisto en que yo era de las chicas más castas del pueblo y jamás me hubiese imaginado en esta situación… Pero mi cuerpo me lo pedía, comencé a darle pequeños besitos en el pene mientras él se estremecía del placer, no tardé en introducirme su miembro en la boca, lo que me cabía, ya que no me cabía entero (he de decir, aun no sabiendo mucho del tema, que el chico estaba muy bien dotado) Comencé a jugar con mi lengua mi cabeza se movía ágil, me gustaba la textura y cada vez me sentía más excitada. En ese momento me agarró y me acostó en la hierba, me abrió de piernas y comenzó a introducirme el pene, me hizo daño y además no entraba entero, le insistí que siguiese introduciéndolo, pero no cabía, Lo sacó, hasta la punta y con un golpe de fuerza lo introdujo entero, me causó tanto dolor que las lágrimas se me escurrieron por las mejillas, pero a partir de ese momento todo era placer, sentía como movía sus caderas mientras me acariciaba los pechos, los cuales votaban cada vez que me penetraba, sentí como me mordía los pezones… Llegó el momento del éxtasis y sacó el pene para no correrse dentro de mí, yo, llena de curiosidad le dije que lo acercase a mi boca, quería saber cómo sabía ese líquido del que, aunque poco, había oído hablar. Comencé a masturbarle y no tardó en vaciarse en mi boca y mis pechos, sabía amargo, pero me gustaba. Le di un beso en la punta del pene antes de incorporarnos, era mi manera de darle las gracias. Me limpié con un pañuelo los restos de semen, nos vestimos y me llevó a mi casa, no dijo nada, ni yo tampoco, pero acababa de descubrir algo que cambiaría mi vida, el sexo.

¿Orgasmo simultáneo?

Llevar al orgasmo simultáneamente proporciona un doble placer a la pareja: el éxtasis propio se une el éxtasis del compañero sexual.
Llegar al orgasmo muchas veces es casi imposible, ya que la compenetración no es total. El hecho de no tener completo control del orgasmo, por esto mismo, resulta complicado lograrlo.
Así que se podéis seguir las siguientes indicaciones para lograr ese orgasmo simultáneo:
·         Sí a los preliminares: No te saltes nunca los preliminares. Las mujeres tardan más en lograr el orgasmo, ya que tardan más en excitarse. Los preliminares también ayudan al hombre a retrasar la eyaculación, con lo que se prolonga la relación sexual y, con ello, la posibilidad de lograr la sincronía.
·         No te obsesiones con el orgasmo: El sexo es más que la consecución del orgasmo, así que disfruta del todo el proceso y no te obsesiones con llegar al éxtasis. Cuanto más relajada estés, antes podrás lograr el orgasmo, y probablemente, simultáneo.
·         Posturas sexuales: Ciertas posiciones ayudan a que la pareja se excite al tiempo y logre el éxtasis conjuntamente. Practica especialmente las posturas con las que se pueda estimular el clítoris mientras se produce la penetración, como el misionero.

miércoles, 8 de junio de 2011

¿Hace un masajito?


Bueno, no sé si habéis oído hablar del masaje tántrico, pero aquí os voy a explicar un poquito en lo que consiste...

Este tipo de masaje es una técnica que es totalmente enriquecedora y placentera.  Con este masaje descubrirás tu capacidad de recibir placer. Se inspira en la filosofía induista, ya que mediante las caricias de las zonas eróticas intenta lograr el equilibrio sexual. Posee una finalidad más allá del placer: entrar en lo más profundo del subconsciente llevando un rayo de esperanza a cada función específica, analizando las inquietudes y los deseos de la persona y eliminando el conflicto, la insatisfacción y la inquietud.
Éste posee una finalidad más allá del placer: entrar en lo más profundo del subconsciente llevando esperanza a cada función específica, analizando las inquietudes y los deseos de la persona y eliminando el conflicto y la insatisfacción.

Mediante este masaje nos damos cuenta del gozo que podemos llegar a sentir solo mediante el tacto... 
Dentro del masaje tántrico hay que diferenciar entre dos tipos: el masaje de Yoni y el masaje Linman.

MASAJE YONI:

Su finalidad no es el orgasmo aunque, si se llega, mejor que mejor, ¿no? 
Nota: Yoni es el aparato genital femenino.
Previo al masaje debemos preparar el ambiente apropiado, el más propicio para un relax total. Para ello, elige o crea un espacio que os permita sentiros cómodos y en contacto con vosotros mismos. El masaje lleva su tiempo y éste debe ser respetado a toda costa. Debe haber una conexión con nuestra pareja mediante el contacto físico: abrazándonos, acariciándonos…
La mujer debe estar acostada, en una posición confortable, con una almohada bajo su cabeza, de forma que pueda mirar hacia la zona de sus genitales y, a la vez, a su pareja. Se debe colocar otra almohada bajo su cintura para mayor confort. Debe situarse con las piernas abiertas y con las rodillas ligeramente dobladas. 
Quien vaya a realizar el masaje debe sentarse entre las piernas de su pareja de forma que pueda tener total acceso al Yoni y a las otras partes del cuerpo de su compañera.
Cómo hemos dicho, la respiración es muy importante. Antes de comenzar el masaje, tenéis que respirar profundamente, una respiración relajante que os preparará para el masaje.

Fotos de  TALLER  DE INICIACIÓN AL MASAJE TANTRICO PARA PAREJA
Durante todo el masaje, debéis mantener esa respiración: profunda, lenta y estar absolutamente relajados.


Comenzaremos masajeando el abdomen, los muslos y los pechos de nuestra pareja. ¡Aún no masajees el Yoni!, esta fase servirá como introducción relajante al masaje. Tras unos instantes de masaje introductorio, es el momento de lubricar el Yoni. Para ello coloca una pequeña cantidad de aceite o lubricante en el montículo del Yoni. Éste debe derramarse sobre el labio exterior y cubra la parte externa de la vagina, y comenzamos a masajear suavemente el montículo del Yoni y los labios externos.
Con mucha suavidad, coge el labio exterior con el pulgar y el índice y recorreremos todo su largo de los dos labios, en forma ascendente y descendente.
Hacemos lo mismo con los labios interiores, en la misma forma, pero aún con más suavidad ya que éstos son aún más sensibles. La chica puede masajearse a sí misma los pechos. Para aumentar las sensaciones, debéis miraros a los ojos tanto como sea posible.
Tras esto último se empieza a masajear el clítoris: Los movimientos deben ser suaves, circulares y muy precisos. (¡Con cuidado chicos!) Cogemos el clítoris entre nuestros dedos y lo presionamos suavemente. 
Con mucha suavidad, introduce el dedo medio de la MANO DERECHA dentro del Yoni. La mano derecha (no la izquierda) ya que se relaciona directamente con la polaridad en el Tantra y es de suma importancia para un óptimo resultado final.
Con mucha delicadeza, masajea suavemente el interior de la vagina. Aumentaremos la velocidad pero no enloquecidamente. 
Debeis ir variando la fuerza, la forma, la velocidad y la presión de los movimientos que vais realizando de una forma paulatina y dependiendo de las sensaciones que experimente la chica. (Observarla bien chicos, ella os guiará con sus reacciones!!!)
Con una rotación de muñeca, dejaremos la palma de la mano mirando hacia arriba y moveremos nuestro dedo desde la posición extendida hacia la palma de nuestra mano, doblándolo lentamente y sin hacer excesiva fuerza. El gesto es como si estuviésemos pidiendo a alguien que se nos acerque.
Notarás una zona de tejido esponjoso justo debajo del hueso pélvico y detrás del clítoris. Este es el punto sagrado tántrico (el punto G). 
Una vez encontrado este punto haremos movimientos circulares, de adelante hacia atrás o de un lado hacia el otro.
También podemos insertar el dedo que se encuentra al lado del medio. Esto proporciona más placer y excitación en la mujer.
Otra posibilidad es introducir el dedo meñique en su ano, mientras seguimos con el masaje. Para ello será necesario el uso lubricantes y ser aun más delicados.

MASAJE LINMAN:

Lingam es la palabra sánscrita para denominar el órgano sexual masculino. El masaje del Lingam tiene como finalidad relajar al hombre y acercarlo a su lado más sensible. Este tipo de masaje ayuda a arreglar o sanar alguna mala experiencia relacionada con el sexo.
Para una realización adecuada de este masaje es importante una preparación física y espiritual.
Para comenzar debemos preparar el ambiente en la pareja y crear una conexión. Para ello es preciso empezar con un acercamiento previo: tiernas caricias , abrazos y miradas dulces...todo con la idea de derribar los obstáculos o fronteras que estén separando a la pareja. 

El hombre debe recostarse encima de almohadones que le levanten el torso y la cabeza. La postura debe ser cómoda, rodillas poco dobladas y sus piernas deben estar separadas. En esta postrura los genitales deben quedar totalmente expuestos para que el masaje sea totalmente efectivo. 
Se coloca un poco de lubricante sexual y se esparce tanto en el lingam, cómo por los testículos. Se debe iniciar el masaje en los genitales y en el escroto, procurando que se relaje toda la zona. Ahora, se acaricia suavemente el perineo (entre los testículos y el ano). ¡Pero ser muy cuidadosas chicas!, ya que es una zona que casi ningún hombre heterosexual ha permitido que le toquen nunca.
El siguiente paso es acariciar el Lingam, variando la presión y la velocidad. Este es un factor importante para que aumente el placer.
Con tu mano derecha, presiona la base del Lingam. Desliza tu mano de abajo a arriba, aunque alternando con la mano izquierda. Continúa estos movimientos, y después empieza a presionar la cabeza del Lingam. Pero sigue alternando lo de las manos.
 

A estas alturas se acerca el orgasmo, la eyaculación, así que se debe detener un poco la estimulación ya que este no es el objetivo. Para el masaje tántrico alargar lo más posible la eyaculación es una forma de obtener más placer. Con esta prolongación, también despertamos el Kundalini (flujo energético en el cuerpo humano). Además, es una buena forma para que el hombre se convierta en multiorgásmico. (al igual que la mujer con el masaje del yoni)
Se continúa masajeando el Punto Sagrado. Éste se encuentra entre el ano y los testículos. De forma suave, ya que es una zona delicada y no debemos causar dolor. Este masaje se hace con la izquierda mientras acaricias el Lingam con la derecha.

Se puede buscar el Punto sagrado internamente por el ano, aunque si se hace debe ser con la total aprobación del hombre. En caso de hacerlo así, usad lubricante e introducid el dedo y buscar el punto, moviendo el dedo hacia vuestra palma. Se puede estimular el Lingam al mismo tiempo, pero recordad, sin que llegue al orgasmo.
Cuando el hombre sienta deseos de llegar al orgasmo, que lo haga, pero recordadle que debe respirar mientras lo experimenta, para que el momento sea extremadamente placentero.

Espero que os haya gustado. Disfrutad!!


lunes, 6 de junio de 2011

¡HABLEMOS DE SEXO!

¡Buenas! Pues como soy novatilla y esta es mi primera entrada en el blog creo que voy a empezar hablando de algo que me gusta y que creo que nos gusta todos... Y es que hay muchas curiosidades sobre sexo que seguro no conoceis... ¿Sabíais, por ejemplo, que En el Líbano, los hombres pueden tener relaciones sexuales con animales legalmente, pero han de ser animales hembras. Relaciones sexuales con machos está penado con la muerte? Pues así es, curioso ¿no? y un poco radical... :S
Pero aquí no está lo mas raro sobre este peculiar tema sino que en en Barheim, un médico puede legalmente examinar los genitales femeninos, pero tiene prohibido mirarlos directamente durante el examen. Solo puede mirarlos a través de un espejo.
Otra cosa curiosa es que los musulmanes no puede mirar los genitales de un cadáver y esto también se aplica a los funcionarios de funerarias... :S así que los órganos sexuales del difunto deben estar tapados con un trozo de madera o un ladrillo (si, si, un ladrillo :S)
Apuesto también a que no sabéis cual es la pena para la masturbación en Indonesia... ¡¡La decapitación!! (y yo me pregunto, ¿de cuál cabeza?) así que ya sabéis chicos, si no queréis perder la cabeza (En serio, ¿cuál será?) cuidadín!!
Otra cosa... ¿Estáis en paro? Yo os propongo un trabajo que se realiza en Guam, donde hay hombres cuyo empleo a tiempo integral consiste en viajar por el país desflorando vírgenes que les pagan por el privilegio de tener sexo por primera vez. Por la Leyes de Guam, las vírgenes tiene prohibido casarse.
Suena bien, eh? ¡Pero ojo! No todo en el sexo es color y alegría, mirad en Hong Kong, una mujer engañada, puede legalmente matar a su marido adúltero, pero ha de hacerlo con las manos. En contrapartida, la mujer adúltera puede morir de cualquier manera a manos del marido.
Para evitaros problemas de ese tipo yo creo que lo mejor es que, chicos (y toda chica que quiera XD) os valláis a Liverpool, donde las leyes  autorizan a las vendedoras de peces tropicales a trabajar en topless... 
Por otro lado, no os aconsejo que vayais a Cali, ya que una mujer solo puede tener relaciones con su marido y la primera vez que eso ocurra, su madre ha de estar presente en el cuarto para testimoniar el acto. ¿Os imagináis hacerlo con vuestra suegra/madre mirando? :S
Bueno pues aquí os dejo, se que todos estáis pensando "¿¿¿Dónde hay que mandar el curriculum para trabajar en Guam???"
Suerte chic@s! ^^