Aún no sé cómo aguantábamos tanto tiempo solo mirándonos...
Te conozco desde los 6 años, y anoche por primera vez creo que llegué a conocerte realmente. Recuerdo los largos recreos y las tardes en el parque... También las vacaciones que hicieron nuestras familias juntas... Aquellos inocentes juegos de niños en los que me quitabas la parte de arriba del bikini en la piscina... Juegos que ahora tienen más significado que nunca.
Qué inocentes 15 años. Conversaciones sobre cosas que se escapaban a nosotros... Miradas incansables que durante horas compartíamos...
Aunque no voy a negarlo, llevo masturbándome pensando en ti desde hace 5 años. Sí, desde aquellos inocentes 15. Recuerdo cómo te esmerabas en explicarme los problemas de matemáticas mientras yo me dedicaba a desnudarte mentalmente. No puedo evitar pensar que aquellos juegos de rozarnos por debajo de la mesa de la biblioteca eran más que un juego...
Y allí estábamos, en la piscina de tu parcela mirando las estrellas y hablando de lo que nos va a deparar la vida el día de mañana. Estábamos solos, como otras muchas noches de verano; tus padres nunca se habrían imaginado lo que hicimos...
Tenía frío, o al menos eso te dije, y no dudaste en abrazarme desde atrás como otras veces has hecho. Recuerdo como me susurraste al oído
"Si quieres te quito ese bikini que está mojado, y seguro se te pasa el frío".
Me quedé sin palabras, pues era algo que carecía de toda lógica. No obstante dirigí tus manos al broche del bikini, y no hubo que guiarte mucho más...
Todo pasó muy rápido, no recuerdo cómo, pero estaba sentada en la escalera de la piscina mientras me me acariciabas lentamente los pechos y me dabas suaves besos en los labios...
"Creo que estoy empezando a tener frío en la parte de abajo también..."
Y tu mano se coló entre mis piernas, dedito tras dedito ladeandome el bikini... Hasta que se colaron en otro sitio. Comencé a suspirarte al oído mientras te mordía el lóbulo de la oreja y te apretaba la espalda contra mí...Recuerdo como me besabas suavemente los pechos, lamías mis pezones con mucha suavidad.
"Muérdelos"
Y comenzaste a pellizcarlos con los labios, luego con los dientes, mientras tirabas débilmente de ellos.
No podía más, si seguías así me iba a correr; así que te aparté de mí y te bajé el bañador... Te ordené que te sentaras en el borde de la piscina con las piernas abiertas y no pusiste ninguna objeción...
A juzgar por tú reacción creo que nunca te habían hecho eso... Cada movimiento de mi lengua provocaba una contracción de tus muslos, los cuales besé lentamente mientras te masturbaba con las manos para hacerte estremecerte...
"Ahora como en los viejos tiempos, píllame si puedes..."
Y empecé a nadar desnuda mientras tú me perseguías por la piscina.. Hasta que me atrapaste y pusiste contra el borde, mordiéndome el cuello y acariciándome los pechos... Mis pezones se colaban entre tus dedos, que apretaban y tiraban suavemente de ellos.
Y me subí al borde, abierta de piernas y chupándome un dedito con mirada juguetona te invité a que me hicieses llegar a esas estrellas que llevábamos años observando.
Recuerdo como agarrabas mi culo para apretarme contra tu boca. Tan rápido y fuerte, pero tan delicado a la vez. No podía aguantar más y las marcas de mis uñas en tus hombros dejaron reflejado aquel orgasmo, que me hizo desvanecerme dentro del agua...
Y allí seguimos, otro par de horas más en el agua, desnudos totalmente, en cuerpo y alma. Besándonos y acariciándonos, comenzando otra historia que algún día os contaré, dijiste...
"Ojalá y esta noche no terminase nunca."
Pero por desgracia, para mí fue la noche más corta del año.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario