Son demasiados sentimientos en muy poco tiempo...
Hace un par de entradas hablaba de que la vida "son 3 días" y que en esos 3 días pueden ocurrir infinidad de cosas... El tiempo es caprichoso, y se empeña en pasar rápido cuando más a gusto estamos mientras que parece que se esfuerza en torturarnos al hacernos eternos esos momentos amargos... Pero aún así el paso del tiempo nos hace crecer, ya no físicamente sino como personas. Nos hace madurar y nos ayuda a valorar las cosas que realmente lo merecen.
Y es cuando nos encontramos al final de una etapa cuando nos paramos a reflexionar, a valorar realmente las cosas que han ocurrido ahí, las que tendremos a la vuelta de la esquina y las que no volveremos a disfrutar nunca más...
Cosas buenas y otras no tan buenas hemos vivido. Riendo, llorando, gritando, saltando.... Pero nunca solos. Hemos aprendido que por muy fuerte que sople el viento siempre habrá alguien que nos empuje, que conocer a una persona de hace 10 años no significa que le vayas a querer más que a alguien que conoces de hace 2... Que solo puedes llegar a conocer a alguien realmente si esa persona te deja que la conozcas y que cada paso andado ha merecido la pena si al lado de tus huellas hay otras marcas que van formando el camino...
Que podría poner 1000 reflexiones, pero al fin y al cabo lo más importante es salir a la calle y VIVIR.
Y daos cuenta cómo vivís vuestra vida paralela a la de tantos otros... Pensad en la cantidad de personas que existen en el mundo, personas que nunca llegaremos a conocer... Y es por eso por lo que me siento afortunada de haberme cruzado con las personas con las que ahora comparto mi vida. Podría haber sido feliz de otras 1000 maneras y conociendo a otras 1000 personas diferentes, pero algo ha decidido que sea así y no puedo estar más agradecida...
Y en definitiva, aunque esta entrada es un caos total de ideas, solo quería transmitir que aunque una etapa se acaba, otra nueva comienza... Que hay puertas que se cierran, puertas que se abren... Que la distancia no importa... Y que gracias a los acompañantes en el camino hasta ahora, y a los que sé que seguiréis acompañándome, estéis o no presentes .
3 días... y otros 3 días... Así he ido arañando... Pagaría por otros 3 días más, pero no se puede sobornar al destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario