lunes, 22 de abril de 2013

Sensaciones familiares

Es curioso, pero no se me hizo nada extraño que me besaras aquella noche. Supongo que el haberlo imaginado noche tras noche hizo que todo aquello me resultara familiar...

No recuerdo cuándo ni como salimos del bar, ni la conversación que nos llevó a mi casa, ni si quiera sé como me encontré mirándote fijamente, con tus labios casi rozando los míos... Solo sé que de repente estábamos en mi habitación, tus besos cubrían la piel que desnudabas con tus manos. Te apartaste de mí con esa sonrisa que me vuelve loca...

-Báilame - dijiste mientras te desnudabas y te sentabas en el sillón.

Me levanté de la cama bailando sensualmente mientras me quitaba la ropa interior, que es lo único que me habías dejado puesto. Me dirigí al cajón de mi mesita y saqué unas esposas de juguete... "Las manos a la espalda"... Y casi sin que te dieras cuenta te tenía atado y estaba sentada encima de ti... Moviendo las caderas mientras te rozaba la cara con los pechos... "No te has portado nada bien..." decía mientras te daba pequeños golpes con ellos en la cara.

-Desátame, necesito agarrarlos... - dijiste jadeante y con la voz entrecortada.

Pero aquello no terminaría ahí. Te levanté del sillón y te tumbé en la cama. "Ahora saca esa lengua, que tienes trabajo". Y me senté abierta de piernas encima de tu cara...
No te dejaba lamer casi, ya que movía mis caderas para rozarme con tus labios y tu nariz... El placer llegó a tal punto que un orgasmo recorrió todo mi cuerpo... Pero aún quería más... Por eso bajé hasta tu entrepierna... Creo que no hace falta dar más detalles...

Ahora noche tras noche lo recuerdo, vuelvo a vivirlo en mi mente... Contando las horas para volver a tenerte entre mis piernas y sobretodo, sentir ese beso que, aunque familiar, siempre será único.




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