Llevaba lloviendo todo el día y aquel frío solo podía pasarse de una manera...
Estaba empapada cuando me crucé contigo en aquella calle y ninguno de los dos llevaba paraguas. Por suerte ambos llevabamos la misma dirección y por lo menos no se nos hacía tan ameno el "paseo bajo la lluvia".
Empezó a llover más hasta que tuvimos que meternos a un portal abierto que vimos para esperar a que dejase un poco...
Nos metimos debajo de las escaleras por si salía algún vecino... Recuerdo el calor que irradiaban tus manos y como me susurrabas al oído para hacer el menor ruido posible... Sentía como tu aliento rozaba mi oreja y empecé a sentirme mojada por otra razón que no era la lluvia... Giré mi cara y nos encontramos rozándonos las narices, mirándonos fijamente a los ojos... Y nos fundimos en un beso que nos terminó de dar la chispa para quitarnos aquella ropa tan mojada... Me senté encima de ti abierta de piernas y mirándote a la cara sin que dejases de acariciar mis nalgas y darme pequeños azotes... Comencé a morderte el cuello mientras entre pequeños suspiros de placer me acariciabas los pechos y te recolocabas la polla para ofrecérmela como asiento... Comenzaste a suspirar mientras cabalgaba encima de ti y tuve que darte un pequeño golpe con el pecho en la cara a modo de "castigo" que no pareció molestarte mucho a juzgar por mordisquitos que me dabas en los pezones...
Y comencé a suspirarte en la oreja mientras te pedía que me azotaras... "Me encanta que lo hagas mientras me dices zorra".
Me retiré de encima y dejé que te corrieras en mis pechos... Seguidamente me empujaste contra la pared para masturbarme mientras me besabas y mordías el cuello... Intenté no suspirar pero me fue imposible cuando te colocaste a cuatro patas y subiste mis piernas encima de tus hombros... Como me encantó como combinabas el movimiento de tus labios con el de tu lengua...
Al salir de aquel portal ya no llovía, pero yo tuve que poner a secar alguna que otra prenda al llegar a casa...
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