domingo, 9 de febrero de 2020

Voluntad

Aquella noche hacía frío, pero dentro de mi ropa sentía puro fuego.
Mientras tú me dedicabas un orgasmo desde tú casa yo humedecía ese tanga negro de encaje de imaginar tu pene recorriendo los rincones de mi cuerpo y, ay, qué bien voy a dormir esta noche...

"¿Nos tomamos otra?" Dijiste después de 2 deliciosas cervezas tostadas.
Pero a mí me apetecía otra cosa húmeda recorriendo mi garganta...
"Mejor vamos a tu casa".

Todo parecía cambiado, más color, menos romanticismo y más tensión.
Uy, esa gotita de cerveza que se me escurre por los labios, la barbilla, el cuello y...el canalillo. Ese delicioso canalillo que no te cortabas ni un pelo en mirar.

"Mira que suaves mis medias"

Y tu mano recorría mis muslos mientras yo rezaba para que avanzara y notara lo húmeda que estaba.
Pero parabas en el momento justo.

"Dame un masaje"

¿Quién me iba a decir que funcionaría?

"Pero sentada no, mejor me tumbo..."

Y tus manos fueron derechas a desabrocharme el sujetador. Te sentaste a horcajadas encima de mi tremendo culo, tan abierto de piernas casi como si estuvieras encima de un caballo.
Yo notaba tus manos por mi cuello, mi espalda...el calor de tu entrepierna.
"Abróchame el sujetador, no querrás verme las tetas"

Lo abrochaste; pero sí, sí querías.
No dejaba de mirar tu paquete y relamerme. Aquella noche no había cenado y ya tenía ganas de llevarme algo a la boca. El vino no estaba lo suficientemente húmedo y tus ojos buscaban lo que tu voluntad ocultaba.
Empezaste a acariciarme la espalda hasta que sentí tu aliento en mi cuello. Los besos rompieron la tensión y comencé a acariciar tu pene encima de los vaqueros. Nunca había deseado tanto tenerte dentro de mí...
Fuimos a la ducha y el agua comenzó a escurrirse por mi espalda, empapando mi culo y mezclándose con la humedad que había de por sí en mi entrepierna.

"Enjabóname"

Y sentí tus manos agarrando mis tetas, en círculos... Sentías mis pezones duros contra los dedos.
Tu pene a la altura de mi ombligo deseando escurrirse entre mis nalgas húmedas... Tu boca juguetona que más de un chupetón me dejó en el escote...

Apenas hacía 3 minutos de que me había secado y ya notaba como goteaba por el muslo. Te sentía dentro... muy dentro y muy duro.

"Despacito..."

Y comencé a jugar con mis labios... algún besito en el glande... mi lengua quería lamerlo todo. Era imposible que tu pene entrara entero en la boca, estaba tan duro...y tan grande.
Sentí como bajabas por mi pecho hasta llegar con tu lengua entre mis labios... Agarrándote el pelo sentí como me recorrías de arriba a abajo... y ahora tan dentro...

"Ponte arriba"

Pero no pude aguantarme y comencé a acariciarte con mis tetas...

"No creo que la rodeen entera"

Pero sí, ahí estabas, deslizándote una y otra vez en mi escote... Hasta que sentí el calor húmedo que se escurría por mi barbilla...por mis pezones...


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