miércoles, 4 de septiembre de 2013

Noria

Muchas son las veces que he pensado que me estoy volviendo loco...

Me despierto por la mañana y lo primero que hago es pensar en ella. Salgo a la calle, voy tranquilamente andando y de pronto se me viene a la cabeza su imagen... y a pesar de que muchos días consigo no pensar en ella en todo el día, siempre llega la noche.
La cama, esa gran trampa. Porque te acuestas para desconectar, para dormir y no pensar... Pero de pronto te pones a pensar y no puedes dormir. Empiezo a recordar cosas que no tienen relación con ella para siempre terminar con su imagen en mi cabeza.
Una vuelta...otra vuelta, y sigue ahí.
Y pienso en todo y a la vez en nada... porque no la veo a ella, veo su pelo, siento su aroma... Es como un sueño pero con consciencia de su inexistencia... Porque la veo pero no puedo acercarme, no tocarla, ni gritarle... Solo puedo imaginármelo todo, pero siempre siendo consciente de que ahí no esta...
Por eso otra vuelta más, y otra y otra... Y le grito interiormente a mi cabeza para que duerma....
Y de pronto tristeza, y de pronto alegria...
Y otra vuelta y otra vuelta....

Y entonces empiezo a soñar, mas ya feliz, pues aunque sueño todo lo que pueda imaginar, ya no soy consciente de que no es real...

Pero si en mitad de la noche me despierto, no hay quien me libre de otra noria...

¿Enamorado? ¡Por favor! No digáis tonterías... Estoy sumido en la más dulce y profunda de las locuras.

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