Es naviidad, y no puedo evitar imaginarte disfrazado SOLO con ese gorrito de papanoel.
No he visto nunca a nadie que se tome tan en serio el beso debajo del muérdago...
"Déjate llevar" fueron las primeras palabras que pronunciaste aquella noche, después de haberme estado mirando durante toda la fiesta... No sé si fue el alcohol, el ambiente o si simplemente tenía que pasar...pero pasó. Pasamos de estar mirándonos frente a frente a tenerte detrás de mí, agarrando mis pechos y besándome el cuello. No sé si tú me subiste la falda, si me la subí yo o si se subió sola, lo que sí se es como sentía tu excitación dura contra mí. No podía dejar de suspirar. Me diste la vuelta y no vacilaste al volverme a besar. "Ya no eres un chico tímido" dije mientras me mordías los pechos... Sentía tus labios y tu lengua que se movían tan suaves... Y en menos de que te dieses cuenta estaba agachada, manchándote de carmín los pantalones... y la piel. Nunca he hecho una felación en la calle, pero esa noche el deseo me llevó a hacer cosas que nunca hubiera imaginado.Me levanté y te volví a besar. Estábamos tranquilos, calientes pero no necesitábamos más. Solo con el calor de los besos la manos se conducían solas... No tardamos en terminar debido a la gran excitación. Y aún así no perdí las ganas de besarte...
Sé que esto no termina aquí, y que pronto volveré a mancharte de carmín... Hasta entonces me queda el recuerdo y la sonrisa de estúpida que se pone cada vez que te veo.
Las mejores miradas son las que se intuyen y no se ven directamente, que se corresponden con una sonrisa medio oculta...y que aunque al final nadie haya notado nada, ha pasado un mundo entre los dos.
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